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as estado alguna vez acostado en tu cama sin

poderte dormir? ¿Qué escuchabas? ¿Podías

escuchar a mamá y a papá en otra habitación?

¿Escuchabas un búho u otra ave nocturna cantando? ¿El

sonido del tránsito? ¿Cuáles son los sonidos que crees

que habrías escuchado la noche en que nació Jesús, la

noche cuando todas las promesas de Dios se hicieron

realidad? Imagina que estás allí.

i escuchas con atención podrás oír el ruido

de la gente que camina por la calle, o

los sonidos de los asnos y caballos

moviéndose o relinchando en sus

establos. O bien, el crujido de la

paja mientras José y María se

acuestan sobre ella para descansar.

Tal vez hasta puedas escuchar las

palabras de José llenas de cariño al

nacer el bebé. Estoy seguro de que

podrás escuchar también el primer

llanto del bebé.

Mira ahora al bebé. Es como los

demás bebés: pequeño, con un

mechoncito de cabello en su

cabecita y con los ojos cerrados. Sus

pequeños pies y manos se mueven

hacia arriba por primera vez. Mira

más detenidamente. ¡Este bebé es

Jesús!

Mira a tu alrededor. Este no es

un buen lugar para que nazca Jesús.

Este lugar está lleno de asnos y caballos que

pertenecen a las personas que se están

hospedando cerca. El lugar está sucio. Si miras

hacia arriba, podrás ver nidos de aves en las vigas

del techo. Hasta podrás ver una estrella asomando

por una abertura del techo.

Mira más detenidamente ahora. Jesús está

envuelto en una larga tira de tela. Su madre lo

acuna en sus brazos. Luego lo pone en un pesebre

acolchonado con paja, que es donde va a dormir.

Este no parece ser el nacimiento del Hijo de

Dios. Parece imposible. ¿Por qué sería necesario que

alguien tuviera que cuidar del Hijo de Dios?

Mucho antes de que Jesús naciera en un establo

de Belén, Dios había hecho una promesa.

Inmediatamente después de que Eva pecara,

Dios le prometió que algún día nacería un niño

especial. Ese bebé habría de destruir a Satanás y

derrotar el pecado.

Esa no fue la única promesa que se cumplió esa

noche. Dios le había prometido a David que uno de

Lucas 2: 1-7;

El Deseado de todas las gentes

, caps. 4, 5.

¿

H

El mejor de los regalos

H

50

S

S

11

Lección