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Nuevo Horizonte
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abril-junio
22 de junio de 2019
D
os hombres caminaban juntos en la
misma dirección, pero no estaban
experimentando lo mismo. Uno avan-
zaba, el otro no. ¿Cuál era la diferencia?
Que uno tenía un destino y con cada
paso que daba se acercaba cada vez más
a él; el otro, no sabía a dónde iba y solo
vagaba de un lugar a otro.
Para medir el progreso realizado, es
necesario tener un destino elegido de
antemano. La Escuela Sabática progre-
sa cuando:
• Avanza hacia su destino (sus objetivos).
• Su destino está claramente definido.
• Cada uno de sus integrantes (tanto líde-
res como miembros) conocen el destino.
• Cada miembro sabe el papel que debe
desempeñar.
• Cada miembro está comprometido con
el cumplimiento de la misión.
Ahora, en cuanto al destino, este debe
responder a las necesidades identificadas
por el liderazgo y ser reconocido por los
miembros. Se debe elegir luego de reali-
zar un inventario y es importante comu-
nicarlo a todos los que forman parte del
viaje. Por último, es importante saber que
se puede llegar al destino utilizando dife-
rentes medios (o itinerarios), y reconocer
que el destino es más importante que el
itinerario.
Por supuesto, el itinerario irá varian-
do de acuerdo a las personas, buscando
que estén más a gusto; a las circunstan-
cias, que están en constante cambio; y a
las oportunidades, que aparecen y desa-
parecen.
No dediquemos demasiado tiempo a
los itinerarios, ya que estos cambian y
cambiarán. Lo importante es que el desti-
no siga siendo el mismo y que todos lo
aborden con determinación.
De esto, el apóstol Pablo escribió:
«Hermanos, yo mismo no pretendo ha-
berlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás
y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús»
(Fil. 3: 13-14).
Patrice Capricorne,
Director de Ministerios
Personales y Escuela Sabática
Misión de la Guayana Francesa,
Unión de las Antillas y Guayana Francesa
MEJORAMIENTO
La importancia del destino