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A

ACT I V I DADES PREL IMI NARES

1

Seleccione la actividad o actividades que sean más apropiadas para su grupo.

LECCIÓN 5

Haz lo que digo

Esta es una variación del juego «Simón dice». Designe a

un alumno como director. El mismo debe colocarse frente a

la clase. El resto de los alumnos debe estar de pie en donde

puedan ver fácilmente al líder. La idea es que los alumnos

hagan lo que el líder les pide que hagan.

El líder tratará de confundirlos ocasionalmente haciendo

algo diferente a lo que les ha pedido que hagan. Por

ejemplo, dice: «Tocarse el hombro», pero él se toca la

cabeza. El que también se toque la cabeza queda fuera del

juego y debe regresar a su asiento. El último que

permanezca sin equivocarse es el ganador.

Para reflexionar

Pregunte:

¿Influía más en ustedes lo que se decía o lo

que se hacía? ¿Qué nos sugiere lo anterior en cuanto a

nuestra testificación a favor de Dios?

(Que nuestras

acciones y la forma en que vivimos son más poderosas que

lo que decimos.) Diga a sus alumnos:

Tengamos cuidado

para que lo que hagamos esté de acuerdo con lo que

decimos. Piensen en el mensaje para esta semana:

Servimos mejor cuando nuestras palabras están

de acuerdo con nuestras acciones.

Mimos misioneros

Pida a sus alumnos que formen dos filas una frente a la

otra. Haga que retrocedan varios pasos para alejarse cada

uno del compañero que le tocó al frente. Colóquese usted al

final de la fila.

Para reflexionar

¿Alguno de ustedes sabe lo que es un mimo?

Si nadie lo sabe, diga:

Un mimo es un actor que

desempeña su papel usando gestos y movimientos, sin

usar palabras. Generalmente esos gestos son

exagerados y graciosos. Al hacer mímica trata de imitar

lo mejor posible, representando el papel que le

corresponde sin pronunciar palabras. Cuando dé la

señal, quiero que los que están en la fila a mi derecha

hagan algunos gestos, que deben imitar sus compañeros

de enfrente, quienes serán los mimos.

(Haga la

demostración de un gesto sencillo, tal como imitar con la

mano la ondulación de una ola, rascarse una oreja o algo

que sea difícil ver desde el lado opuesto del aula. Al ir

acercándose las parejas, sugiérales que traten de producir

movimientos en espejo, en que el mimo hace las veces de

espejo al imitar a la inversa [en sentido contrario] los

movimientos del compañero que tiene al frente.)

Cuando dé la señal de hacer alto, dejen de gesticular

o hacer lo que estén haciendo y avancen un paso más

(una fila frente a la otra); hagan otro gesto o ademán

cuando les indique. Deben hacerlo sin pronunciar

ninguna palabra ni producir nigún ningún sonido.

Deben

continuar haciendo lo mismo hasta que las parejas de

ambas filas se encuentren casi frente a frente. Entonces

repita el proceso invirtiendo los papeles de gesticulador y

mimo.

Para reflexionar:

Pregunte:

¿Qué fue más fácil, ser el compañero que

gesticulaba o el que imitaba los gestos?

(Ser el

compañero que gesticulaba.)

¿Por qué?

(Porque él decide lo

que se va a hacer.)

¿Qué fue más fácil, hacer los gestos

cuando estaban lejos, o cuando estaban cerca?

(Cuando

estaban cerca.)

¿En qué forma se parece o no esta

actividad a la testificación a favor de Cristo?

(Cuanto más

cerca estamos de Jesús, tanto más nos asemejamos a él.)

Y cuando eso sucede, nuestras palabras y acciones se

vuelven como las de él. Recordemos que:

Servimos mejor cuando nuestras palabras están

de acuerdo con nuestras acciones.

Repitamos juntos nuestro versículo de esta semana:

«Ustedes son mis testigos, mis siervos, que yo elegí

para que me conozcan y confíen en mí y entiendan quién

soy» (Isaías 43: 10).

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