MISIÓN ADVENTISTA: JÓVENES Y ADULTOS
DIVISIÓN SUDAMERICANA
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dividido cuando a la comunidad ingresó otra
denominación que también guardaba el
domingo. No querían más divisiones en
Democracia.
Después de un día particularmente
agotador, los estados de ánimo de Reno y
Natalia se desplomaron mientras viajaban en
el barco.
—¿Para qué estamos aquí? —se quejó
Reno—. La mies no parece estar madura.
Nadie se muestra interesado por estudiar y
aceptar las enseñanzas de la Biblia.
—No quiero hacer más este trabajo
—añadió Natalia—. Me encanta evangelizar,
pero estas personas no quieren aceptar la
verdad.
Un poco desesperanzada, Natalia abrió
la aplicación de la Biblia en su teléfono
celular y presionó un botón para elegir un
versículo al azar. «Por favor Señor,
muéstranos para qué nos trajiste aquí», oró.
Gálatas 6: 9 la hizo volver en sí: «No nos
cansemos de hacer el bien, porque a su
debido tiempo cosecharemos si no nos
damos por vencidos» (NVI).
«¡Esa es la respuesta de Dios para
nosotros!», exclamó Natalia mientras le leía
el versículo a Reno.
Al día siguiente, una mujer de mediana
edad manifestó una gran alegría cuando
Reno y Natalia pasaron por su casa para
invitarla a las reuniones de evangelización.
«¡Esta es mi iglesia! —dijo, señalando el
logo de Hope Channel, un canal de la Iglesia
Adventista que aparecía en la tarjeta de
invitación—. Esta ha sido mi iglesia los
últimos cuatro años y quiero ser bautizada».
Durante cuatro años, había visto el canal
de televisión
Novo Tempo
, la filial brasileña
del
Hope Channel,
y oraba para que viniera a
su aldea un predicador como los que
escuchaba en el canal.
Por supuesto, ella estuvo entre las
cincuenta personas que fueron bautizadas
cuando terminaron las reuniones, en
diciembre de 2017.
También se bautizaron dos hermanas,
Franciene de 19 años y Delciene de 16, que
comenzaron a asistir luego de que Natalia
descubrió el consejo bíblico de nunca
cansarse. Sus padres les habían prohibido
asistir a las reuniones, pero ellas fueron de
todos modos.
«Nuestro padre no acepta nuestra fe, y
no quería que nos bautizáramos hoy, así que
vinimos bajo nuestro propio riesgo —dijo
Franciene para un video que grabó Reno el
día del bautismo—. La abuela nos visitó
anoche para hablarle y tratar de persuadirlo,
pero él insistió en que si nos bautizábamos
nos castigaría. Aunque nuestra familia no
acepta nuestra fe, solo queremos caminar
con Jesús».
Mientras escuchaba a las hermanas
hablar sobre su fe, Reno sintió vergüenza al
recordar el desaliento que había
experimentado unas semanas atrás.
«No sé cómo pude pensar que nadie
aceptaría la Biblia —dijo durante la
entrevista—. En realidad, Dios ya estaba
trabajando en los corazones de ellos».
Los aldeanos, a quienes les preocupaba
que una nueva iglesia pudiera crear
división en la comunidad, cambiaron de
opinión.
«¡Guao! —dijo uno—. Esta iglesia
verdaderamente es diferente».
«Cuidan de nosotros y no están
interesados en dividir a la comunidad», dijo
otro.
La campaña de evangelización en
Democracia, fue la última de tres campañas
organizadas por Reno en 2017, quien es
enfermero y pastor de la iglesia flotante
Amazonia de Esperanza, un proyecto que
fue impulsado con la ofrenda del
decimotercer sábado de 2016. Durante los
primeros doce meses en que operó la iglesia
flotante, Reno bautizó a 286 personas y
plantó tres iglesias.
La embarcación, que tiene una sala de
reuniones con aire acondicionado, proyector,