28
jóvenes
El último año que estuve en la universidad se me pidió
que trabajara como profesor de educación física sustituto en la
escuela primaria del pueblo. ¡Mi primer día fue muy emocio
nante! Estaba ansioso de escuchar cuando los niños me lla
maran «entrenador». El primer grupo que me tocó fue la clase
de tercer grado, que estaba repleta de chiquillos enérgicos.
Sin embargo, cuando salí del salón, cometí el error de salir an
tes que nadie, pensando que ellos me seguirían al patio de la
escuela. Fue allí cuando aprendí la valiosa lección de la cita
de arriba.
En cuestión de segundos, detrás de mí se formó un grupo
desordenado de niños de tercer grado que correteaban de aquí
para allá por los pasillos de la escuela. Los demás maestros co
menzaron a asomarse para ver qué estaba pasando y por qué
había tanta bulla. Yo levanté la voz para llamar la atención de
los niños, pero finalmente tuve que usar el silbato para que me
prestaran atención
Ese día aprendí una lección: a veces es necesario liderar
desde atrás. Es decir: es importante ayudar a que la gente lle
gue a su destino alentándolos con afecto para que avancen,
en lugar de correr delante de ellos y suponer que nos están si
guiendo. Este tipo de liderazgo suele ser más difícil, pero en úl
timo término resulta mucho más gratificante y provechoso
para todos.
II. ENSEÑANZA DEL RELATO
Para introducir el relato
Comparta lo siguiente con sus propias palabras:
No todos nacemos líderes. Algunos tenemos que apren
der cómo ser líderes efectivos. Saúl no fue un aprendiz muy
veloz. Desde su falta de disposición para el liderazgo hasta
su concepción errónea del poder que había recibido e in
cluso el abuso que hizo de él, Saúl no siempre tomó las me
jores decisiones para el pueblo que había puesto su destino
en sus manos.
¿De qué manera pensamos cuidar y atender a aquellos
que dependen de alguna manera de nosotros? ¿Nos hemos
convertido en orgullosos y arrogantes en el proceso, o se
guimos alentándolos de manera afectiva y con amor para
que lleguen a destino? Quizá la pregunta sea: ¿Sabemos no
sotros a dónde vamos? Es necesario que nos hagamos todas
estas preguntas mientras nos preparamos para liderar a otros
jóvenes para llevarlos a los pies de la cruz.
Lecciones del relato para los maestros
Después de leer la sección
Identifícate con la historia
junto
con sus alumnos, exprese en sus propias palabras lo que sigue a
continuación y analícelo con ellos.
O BÁSICO
Consejosparaunaenseñanzaóptima
Elmétodo socrático
La mayoría de nosotros hemos escuchado hablar
de Sócrates, el gran filósofo griego. Sin embargo,
¿sabíamos que existe un método de dialéctica
que lleva su nombre? Este método es usado por
muchas facultades de leyes como unamanera de
ayudar a los alumnos aquepiensendemanera ló-
gica un tema determinado y lleguen a conclusio-
nesprofundas sinquenadiese las tengaquedecir
demanera explícita.
El método básico consiste en hacer preguntas ló-
gicas, progresivas y detalladas relacionadas con
un tema de estudio específico. El maestro no en
seña o da las respuestas a los alumnos, sino que
los hace pensar a través de una progresión lógica
depensamientoquehaplanificadodeantemano.
No obstante, las respuestas de los alumnos pue-
den hacer que cambien las preguntas que se han
preparado a fin de alcanzar el punto específico
que el maestro desea alcanzar. Este método
hace que los alumnos participen demanera con-
tinua y que sientan que están descubriendo la
verdad por sí mismos.
Para lamayoría de losmaestros de Escuela Sabáti-
ca este método puede requerir de mucha prepa-
ración (investiguemos sobre el «método socráti-
co» en Internet). Sin embargo, el concepto básico
dehacer que los jóvenes aprendanmediantepre-
guntas sucesivas puede ser adaptado de manera
que sea de gran ayuda tanto para los alumnos
como para nosotros comomaestros.
De la historia de esta semana podemos extraer
muchas lecciones sobre el liderazgo. A continua-
ción algunos consejos útiles para esta clase:
1.Mantengamos ladiscusiónenfocadaenel tema
2. Mantengamos la discusión con altura
3. Estimulemos la discusión con preguntas pro-
fundas
4. Retomemos periódicamente las cosas que han
quedado pendientes y repasemos las que ya
han sido vistas
5. Incluyamos la mayor cantidad de alumnos que
podamos en la discusión